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miércoles, 11 de abril de 2012

Natalie Wood


Natalia Nikolayevna Zajarenko nació en 1938 en San Francisco. Hija de inmigrantes rusos que adoptaron el apellido Gurdin cuando decidieron asentarse definitivamente en tierra americana. Su madre se empeño en hacer de  su hija una niña prodigio y,  poco después de aprender a caminar guiada por su madre, ya estudiaba ballet  
Apareció  como extra en el cine a los cuatro años, en la película "Happy Land" (1943), dirigido por Irving Pichel, y dos años después el mismo director la llama para un papel en Mañana es vivir  bajo el nombre de Natalie Wood (apellido que tomó del director Sam Wood)
Durante la segunda mitad de la década de los años 40, intervino en varios  films entre los cuales destaca El fantasma y la señora Muir" (1947), maravillosa película de Joseph L. Mankiewicz y protagonizada por la guapísima Gene Tierney  y por Rex Harrison en el papel de fantasma y un clásico navideño  De ilusión también se vive(1947) dirigido por George Seaton.
En los años 50 es una de las actrices jóvenes más destacadas del panorama de Hollywood, siempre bajo la obsesión de su madre por convertir a su hija en una estrella. Es la blanca secuestrada por los indios en el mítico western de John Ford Centauros del desierto (1956),  y consigue triunfar en Rebelde sin causa  (1955), de Nicholas Ray junto a James Dean, donde, a pesar de ser la actriz protagonista, fue nominada al Oscar como mejor intérprete  secundaria.
En 1961 fue la entrañable Dennie en Esplendor en la hierba genial film de Elia Kazan en el cual contaba como partenaire al debutante Warren Beatty. El mismo año fue Maria en  West Side Story, el musical dirigido por Robert Wise y Jerome Robbins en el cual Natalie actuaba, bailaba  y cantaba – dicen que muy bien- aunque las canciones fueron  finalmente dobladas por  Marni Nixon.
Natalie fue nominada al Óscar como mejor actriz por Esplendor en la hierba, partiendo como clara favorita (esto le impidió ser nominada por su otro film West Side Story que contaba con 11nominaciones, consiguiendo 10 premios). Pero la estatuilla iría a parar de manera sorprendente a manos de la italiana  Sophia Loren por "Dos mujeres".
Volvió a optar al Óscar, sin suerte, por la película "Amores con un extraño" (1963),  de Robert Mulligan con Steve McQueen como acompañante masculino. 
La carrera de Natalie decayó a partir de aquí, aunque aún haría en la década de los 60 algunos  títulos importantes como La carrera del siglo" (1965)  simpática comedia de Blake Edwards, la infravalorada Propiedad condenada  (1966) de Sydney Pollack, una extraordinaria adaptación de Tennesse Williams que contaba con Robert Redford o "Bob y Carol, Ted y Alice" (1969) de Paul Mazursky.
La producción cinematográfica de Natalie perdió interés a partir de este momento debido posiblemente a las turbulencias de su vida personal. Su historia es el prototipo de juguete roto en el que caen muchas niñas prodigio. Aparte de algunos confusos escándalos en los que se vio envuelta desde su adolescencia, su relación con Robert Wagner siempre estuvo envuelta en la polémica. Se casó dos veces con el actor y tuvo dos hijos, pero los rumores de toda clase la devoraron y acabaron en un trágico final.
A sus 43 años apareció ahogada cerca de su yate Splendor tras una noche de desenfreno junto a su marido y al actor Cristopher Walken, con quien estaba trabajando en el film Proyecto Brainstorm.  Las discusiones, el alcohol, las drogas y el misterio acompañaron la última noche de esta adorable joven que brilló durante algunos años en el cine. No es éste el sitio donde especular sobre el misterio de su muerte, un caso que aún la hija de la actriz intenta reabrir.
De cualquier forma, la belleza permanece en el recuerdo de los que disfrutamos de su hermoso rostro y sus apasionadas interpretaciones. 

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