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jueves, 28 de marzo de 2013

KATHERINE HEPBURN

Esta mujer de Filadelfia nació en el seno de una familia culta y respetada en 1907. Se crió junto a sus cinco hermanos en un entorno tolerante y confortable hasta que el suicidio de un hermano provocó un trauma familiar que marcaría el carácter de la joven Kate.
Tras estudiar arte dramático, comenzó su carrera en el teatro, pero pronto iniciaría su carrera en Hollywood donde rodó algunos títulos importantes como la versión de G. Cukor del clásico Mujercitas.
Con aspecto de muchacho rebelde, y lejos de algunos mitos femeninos de la época como Jean Harlow o Mae West, se ganó el reconocimiento de actriz de enorme talento y de enérgica personalidad. Su aspecto largirucho y flaco, sus facciones angulosas, su andar desenvuelto y confiado y su lenguaje refinado crearon un prototipo de mujer segura de sí misma, con aplomo, inteligente y atractiva.

Pero también surgieron los primeros problemas al negarse a  asistir a eventos publicitarios y hacer el paripé fuera de los platós, hecho que enfurecía a sus productores y que no terminaba de contentar al público de la época. De hecho, protagonizó con Cary Grant la obra maestra de la "screwball comedy", "La fiera de mi niña" (1938), realizada por Howard Hawks, que fue un fracaso, y tras la cual fue calificada de veneno para la taquilla.
El éxito con el público vino con una obra que ya había interpretado para el teatro, la conocida Historias de Filadelfia (1940), de Cukor, y con Grant y James Stewart de co-protagonistas.
En 1942, durante el rodaje de La mujer del año  conoció a Spencer Tracy, el que sería el gran amor de su vida. Kate se había divorciado de su único marido, pero las creencias religiosas de Tracy no le permitían hacer lo mismo con su mujer. A pesar de todo, su intensa relación se mantuvo durante muchos años, aunque en estos tiempos no era de buen gusto hacerse público en las revistas, y formaron una de las parejas míticas del cine gracias a las nueve películas que hicieron juntos,. Entre ellas, La llama sagrada, o La costilla de Adán dirigidas por George Cukor, o Adivina quien viene esta noche, de Stanley Kramer.Poco después de concluir el rodaje de esta última, en 1967, Tracy fallecería; Kate nunca quiso ver  la película.

En la década de los 50 coincidió bajo las órdenes de John Huston con Humphrey Bogart para protagonizar La reina de África, film por el que Katharine volvería por enésima vez a ser nominada al Óscar, premio que logró Bogart por su excepcional trabajo.
En los sesenta, una Hepburn más madura fue dispersando sus trabajos cinematográficos. Excelentes películas como "Locuras de verano" (1955) de David Lean, y "De repente, el último verano" (1959) dirigida por Joseph L. Mankiewicz, basada en una obra de Tennesse Williams,
"Larga jornada hacia la noche" (1962) de Sidney Lumet, la citada "Adivina quien viene a cenar esta noche" (1967) , actuación por la que ganó el Óscar, estatuilla que volvería a conseguir un año después por su colaboración en "El león en invierno" (1968), una película histórica dirigida por Anthony Harvey y co-protagonizada por Peter O'Toole.
Ya en 1981, en un autentico testamento cinematográfico protagonizó junto a Henry Fonde En el estanque dorado, realizada por Mark Rydell. Por ella, obtuvo su cuarto Óscar a la mejor actriz.
Aunque hizo algunos papeles más para cine y televisión, su estado de salud le obliga a retirarse a su casa de Connecticut donde murió en junio de 2003.
El American Film Institute (AFI), la consideró la estrella femenina más importante de los primeros cien años del cine norteamericano, seguida de Bette Davis, Audrey Hepburn, Ingrid Bergman y Greta Garbo.

Como ya hice en otra entrada sobre Kate, les vuelvo a recomendar el documental “Hepburn: todo sobre mí” que la actriz  grabó cuando se retiró de su carrera. Todo un documento sobre el mundo de la época dorada del cine. En él se hace un repaso a la exitosa trayectoria de la actriz y se ofrece una inteligente entrevista donde responde con la sinceridad de quien está de vuelta de todo. Nos cuenta su historia sin miedo a la muerte y dejando una clara y sabia lección:” ESCUCHEN EL CANTO DE LA VIDA.

domingo, 17 de marzo de 2013

MARILYN MONROE (II)

Su verdadero nombre era Norma Jeane y nació en 1926. Hija de un padre desconocido y de una madre esquizofrénica, la infancia de Marilyn fue acumulando traumas entre orfanatos y padrastros hasta que a los 16 años se casó con un soldado. Sus curvas de adolescente y su increíble belleza la fueron transportando de un hombre a otro sin que se la viera feliz. Su infancia y adolescencia estuvo tan falta de cariño y estabilidad como repleta de familias adoptivas, abusos sexuales y miseria emocional. A pesar de eso consiguió ser uno de los mitos del cine y de la cultura occidental del siglo XX.
A lo largo de toda su vida fue consumida o devorada por hombres de distinta condición hasta que su criada la encontró muerta en agosto del 62.  Su imagen es, posiblemente,  una de las que mejor representen su época.

Tras trabajar como modelo en muchas revistas, comenzó en el cine en unos títulos olvidables que no consiguieron el favor del público.
Sus primeros papeles importantes fueron en 1950 en dos grandes películas: La jungla de asfalto de John Huston y Eva al desnudo de J. L. Mankiewicz. Poco más tarde, en 1953, pasó a ser uno de los rostros más conocidos en Hollywood y trabajó como actriz principal en  Como casarse con un millonario de Jean Negulesco, Los caballeros las prefieren rubias de Howard Hawks  y en Niágara de Henry Hathaway.
Su carrera continuó con Río sin retorno" (1954) de Otto Preminger, "Luces de candilejas" (1954) de Walter Lang, "La tentación vive arriba" (1955) de Billy Wilder, "Bus Stop" (1956) de Joshua Logan y "El príncipe y la corista" (1957) de Laurence Olivier. En 1959, de nuevo bajo las órdenes de Billy Wilder demostró su talento para la comedia con su trabajo más recordado, la inolvidable “Sugar” de  "Con faldas y a lo loco" (1959). Después  intervino en "El multimillonario" (1960) de George Cukor y en "Vidas rebeldes" (1961), un título de John Huston con Montgomery Clift y Clark Gable y con guión de su marido Arthur Miller.  Curiosamente sería el último film tanto de Marilyn como de Gable, y uno de los últimos del malogrado Monty Clift.

A pesar de ser muy comentadas la falta de puntualidad y de disciplina en los rodajes, también es cierto que todas las películas en las que participó han quedado mejoradas por su insultante belleza rubia. Su capacidad para crear personajes seductores, y a la vez vulnerables, generaron turbulencias en el espíritu de multitud de admiradores.
Muchas generaciones de hombres, desde cualquier rincón del planeta,  han derramado sueños dorados sobre su encantadora miopía, su excitante caminar sobre altos tacones y su tierno desamparo. El delicioso guiño de sus ojos nunca pasará de moda.

sábado, 16 de marzo de 2013

INCÓGNITO

Acabo de leer “Incógnito. Las vidas secretas del cerebro” del neurocientífico David Eagleman (Editorial Anagrama, 2013). Un libro totalmente recomendable. Brillante, provocador, accesible y que nos ayuda a entender algunas de las cosas que la ciencia actual conoce sobre el cerebro. Un ejemplo de ciencia entretenida y fascinante contada con un estilo atractivo que hace que se lea sin esfuerzo.
Aquí tienen una cita con el tema del libre albedrío, de nuevo, ocupando un lugar fundamental.
“Así pues, según nuestros conocimientos científicos actuales, no hay manera de encontrar el espacio físico en el que colocar el libre albedrío –la causa incausada-, porque no parece haber ninguna parte de la maquinaria que no siga una relación causal con las otras partes. Todo lo que hemos afirmado aquí se basa en lo que sabemos en este momento de la historia, que desde luego parecerá bastante tosco dentro de un milenio; sin embargo, en este punto, nadie puede ver una manera clara de sortear el problema de cómo una entidad no física (el libre albedrío) interactúa con una entidad física (el material del cerebro)”        
                                                                                                                       (pag. 201)