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miércoles, 24 de diciembre de 2014

FELIZ NAVIDAD


A mi hija le encantan los cuentos con lobos que soplan y derriban las casas de cerditos que cantan. O de lobos feroces que se comen a las abuelitas aunque los cazadores la rescaten entera de dentro del estómago. Historias con genios que salen de lámparas maravillosas, gatos con botas que vuelan, espejos mágicos que saben el nombre de la mujer más guapa. Ratones simpáticos, patos cascarrabias y hasta esponjas que viven en una piña debajo del mar.
Así que no es difícil por estas fechas que mi adorable niña crea en portales con el niño Jesús al que los pastores le traen regalos en su viejo zurrón, y en reyes que siguen una estrella que les llevará hasta el mismo portal para adorar al niño que ha nacido ya. Y como no, confía en un generoso gordo vestido de rojo que trae regalos con un trineo volador a los niños que se han portado bien.

Pero no crean que el cerebro de los adultos está mejor dotado para la racionalidad. La cantidad de supersticiones que rodean el sorteo de la Lotería que se celebra estos días destroza la más simples matemáticas y desbordarían un artículo como éste. En mayor o menor medida creemos en mitos que los fanáticos exageran en el ámbito deportivo, político o religioso y que en un análisis frío y racional resulta de una puerilidad insultante.
En diverso grado creemos en un alma inmortal, en un amor apasionado que no se erosione con los años y que te hagan vivir algo parecido a la eternidad. De otra manera no se entiende la fascinación que producen los anuncios de televisión en el ánimo de muchos hombres que creen en milagros que le transportarán a vivir sus mejores sueños en paraísos que le alejen de su triste barrio gris.

No sólo de ilusión también se vive, sino que sólo con alguna ilusión puede uno resistir el paso de los años. La ilusión de un alma eterna, de un amor absoluto o de un yo que domina de manera racional y libre las decisiones que uno va tomando son mecanismos cerebrales integrados en nuestra naturaleza y que nos permiten levantarnos de la cama y seguir.
De momento, mi hija está hoy rebosante de ilusión ante la cantidad de regalos que Papá Noel le traerá esta noche por haber sido una niña encantadora. Su hermano le sigue en todo. Sus ilusiones son las mías, así que …


FELIZ NAVIDAD Y …PRÓSPERO AÑO NUEVO.

viernes, 5 de diciembre de 2014

FRACASO


Desde los inicios de la filosofía, todas las preguntas giran alrededor de una: ¿qué es el hombre y cuál es su relación con el mundo? En las respuestas era habitual colocarlo en un lugar privilegiado que lo distinguía de los demás animales y lo conectaban con los dioses para ganar un lugar más allá del espacio y el tiempo que le tocó vivir.

La verdadera revolución darwiniana acercó al hombre a los demás animales y lo desnudó. La mente es su mejor arma en su lucha por la existencia, pero no le procura un pasaporte especial hacia la eternidad. Desprovisto de alma y atado a unas emociones que le sirven para sobrevivir y tener eficacia reproductiva no le queda otra que esperar en soledad hasta que el planeta estalle. No tiene otra salida que no sea sufrir y pelear guiado por la implacable lógica de la selección natural. Cualquier otro final pertenece al reino de los milagros. El panorama que dibuja el futuro de las ciencias no pasa por contemplar un ser humano con una mente especial y libre que lo separe de su carne. Por más que los robots inteligentes llenen el planeta del futuro, nuestros cerebros están cableados para resistir en un ambiente prehistórico, y hasta ahora no le ha ido mal: ahí está la explosión demográfica. Pero puede morir de éxito.
Aunque se ha dado cuenta de que el tiempo todo lo allana, continua replicándose ciegamente para intentar vencerle. Ésta es su función. Éste es su destino. Éste es su sentido. Ése es su fracaso.