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jueves, 9 de julio de 2015

DESPERTAR

Abro los ojos ligeramente. Mi mente todavía retiene un sueño delicioso. El rumor de las olas no altera el magnífico silencio que llena la habitación. Algún pájaro también se deja oír. Me despierto lentamente, dejándome tocar por los primeros rayos de sol que cruzan la ventana. 
Abro las ventanas, despacio. Aprecio la quietud del amanecer frente al mar. Un largo y blanco día de julio comienza a desplegarse mientras el cielo ya ha escondido las estrellas en su inmensidad. Estiro mi cuerpo, respiro aire nuevo en un confortable despertar. Un cálido, tranquilo y feliz despertar.


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