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jueves, 31 de agosto de 2017

NOCHES DE AGOSTO

Mientras la Tierra viaja atada al Sistema Solar surcando el infinito, aquí, en las costas mediterráneas todavía se ha podido disfrutar de la plácida belleza de una noche de agosto. Como cada año, hay escenas que se repiten a lo largo de las décadas, y en cualquier verbena se ha visto a  una pareja de jubilados bailando un bolero entregados a su oxidado amor. Una pareja de jóvenes amantes abandonan la plaza del pueblo para descubrir la esencia del mundo en el interior de un coche. Una hermosa niña practica delante de la orquesta un gracioso baile de la canción del verano mientras un inocente de cuatro años, en brazos de su padre,  graba en su memoria el perfume de esa noche. Si te has tumbado  boca arriba en la arena de la playa habrás podido deleitarte contemplando una lluvia de estrellas con un pasodoble de fondo musical. En plena revolución digital, los jóvenes todavía pueden escuchar la melodía inconfundible de Paquito el Chocolatero mientras saborean una leche merengada y persiguen con la mirada a la adolescente que baila con su abuelo en el centro de la plaza. Cualquier puerto emite un olor salado que  le recuerda a un anciano aquel barco que no cogió. En cualquier paseo marítimo, puedes cruzarte con una revuelta de hormonas adolescentes con el móvil en la mano retando al futuro; pero también con un inteligente ingeniero de mediana edad que no ve una digna salida a su vida cuando la música le hace recordar amores pretéritos y  sueños rotos de juventud. En un chiringuito frente al mar, un grupo de antiguos jóvenes recuerdan sus secretos inconfesables de adolescencia y ríen y mienten con el gin-tonic en la mano.


Como cada verano, la brisa del mar te ofrece serenos placeres y acude a rescatarte renovando el aire que respiras, por eso estas noches mediterráneas tienen un valor incalculable, y  conviene tener en cuenta  que la flecha del tiempo solo viaja en una dirección. En ninguna otra época del año el cerebro se vuelve tan sensible a la importancia de la búsqueda de la felicidad como en estos últimos días de vacaciones. Sientes nostalgia por los días que han ido cayendo sin remedio. Se acerca septiembre y te das cuenta de la calidad y la serenidad de estas  espléndidas noches de agosto. Cada uno sabrá si ha sido capaz de vivirlas como se merecían.